16 Dic Qué es el modelo AIDA en Marketing
El marketing es un sector muy cambiante y que trata de reinventarse constantemente. La búsqueda de nuevas técnicas que permitan lograr los objetivos, hace que pocas metodologías perduren durante largo periodos de tiempo. Sin embargo, algunas se crearon para quedarse, como es el caso del método AIDA.
En este post veréis qué significa AIDA en marketing, su origen, las fases que lo componen y por qué es tan útil cuando desarrollamos una estrategia de marketing. Sin duda, en elemento clave para cualquier estrategia que se precie.
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Definición del modelo AIDA
Para hablar del significado del término AIDA, hay que decir que es un acronónimo que hace referencia a un modelo de marketing que trata de describir las 4 fases que atraviesa un consumidor en su ciclo de compra y en qué momento se sitúan respecto a nuestro producto o servicio, basándose en sus sentimientos: Atención, Interés, Deseo y Acción.
El creador de este modelo fue Elias St. Elmo Lewis en el año 1898, y a pesar de ser una metodología con más de un siglo de antigüedad, sigue estando muy presente en las estrategias de marketing. Además, hay que destacar que esta fue una de las primeras investigaciones científicas que se realizan en el mundo publicitario, por lo que es un hito importante para esta rama.
Con el Inbound Marketing este modelo se ha puesto todavía más en valor, y es que es un elemento indispensable dentro de esta estrategia. El Inbound Marketing utiliza el modelo AIDA como funnel de conversión para el ciclo de compra del consumidor. Lo único es que añade una quinta fase: la de deleite.
Fases del método AIDA
Este acrónimo hace referencia a 4 fases dentro del Buyer’s Journey, tal y como se escriben en inglés:
- Attention (Atención): Es la primera fase en la que podemos impactar en nuestro cliente potencial, por lo que debemos tratar de generar un impacto en él. Hay que atraer la atención en el consumidor, de tal manera que consigamos su consideración para que le podamos dar nuestro mensaje. No es una tarea fácil, dado que la competencia será feroz, pero es indispensable conseguirlo si queremos lograr el éxito.
- Interest (Interés): Una vez hemos captado su atención, debemos generarle un interés por el producto o servicio que estemos ofreciendo. En esta fase es muy importante tener presente las motivaciones que han llevado al potencial cliente hasta ese punto, de esa forma podremos acertar con nuestro mensaje. El interés se consigue en muchas ocasiones dando una solución a un problema. Por ejemplo, podría estar buscando un servicio de urgencia, por lo que deberíamos destacar que nuestro servicio está para ese tipo de situaciones que suelen generar emergencia en los consumidores.
- Desire (Deseo): Ahora que el consumidor está interesado en nosotros, debemos conseguir que adquiera el producto o servicio. Y es que con el interés todavía no habremos despertado su deseo de compra. Has de tener en cuenta que esta es una fase bastante irracional, por lo que hablar de aspectos técnicos o poco cautivadores de lo que vendas es perder al cliente. Debes hablar de los beneficios que generarás en él si efectúa esa compra, y que valor diferencial le darás frente a tu competencia. Por ejemplo, ¿habéis visto los anuncios de ‘Old Spice’? Quien quiera ser un ‘tío, tío, querrá usar sus productos.
- Action (Acción): Esta es la fase final, en la que conseguiremos el objetivo de conversión que buscábamos. Y es importante destacar en este punto, que ese objetivo no tiene por que ser siempre una venta. También podríamos estar buscando leads con los que mejorar nuestra base de datos o conseguir una recomendación por parte de un cliente. Sea lo que sea que buscas, en esta fase final es donde el consumidor hará lo que estabas tratando de conseguir a lo largo de este proceso.
Por qué usarlo en tu estrategia de marketing
El objetivo de esta metodología del marketing es, por supuesto, la venta de un producto o servicio. Sin embargo tiene la particularidad de que desgrana todo el proceso que atraviesa el potencial consumidor hasta acabar adquiriendo dicho producto o servicio. Esto lo que permite es impactar en el posible cliente en diferentes puntos de dicho proceso de compra que está realizando.
Es un modelo muy sencillo para aplicar en tu estrategia de marketing, y que puede ser fácilmente integrado en el trabajo que hayas estado realizando hasta ahora. Además, lo bueno es que ayuda a ver lo importante que es la sinergia entre distintas estrategias y canales para lograr tus objetivos comerciales.
Por ejemplo, en el marketing digital podríamos utilizar el SEM, SEO o Social Media para esa fase de atracción e interés, mientras que en tu página web podrías trabajar esas dos fases restantes de deseo y acción. En un mismo canal también se pueden trabajar todos esos puntos, pero recuerda que la diversificación de canales, a pesar de demandar un esfuerzo, puede traer grandes beneficios.
En el caso de las PYMES, este tipo de modelo es muy importante. Permite poner el foco en los beneficios de tu producto o servicio y trabajar en torno a ellos un mensaje con el que conseguir las primeras ventas o fidelizar clientes. Siendo el proceso que atraviesa el comprador, es muy importante para este tipo de empresas usar este modelo, pues ayudará a estructurar la estrategia de marketing a seguir.
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